El año 2021, conmemorando la Semana Mundial del Parto Respetado, nos unimos para reflexionar desde nuestras vivencias, para poder nombrar la Violencia Obstétrica.
La Violencia Obstétrica es un fenómeno mundial, en algún momento de nuestra historia transitamos hacia un modelo que nos ofrecÃa la seguridad que la ciencia y la tecnologÃa que merecÃamos. La ciencia médica avanzó hacia protocolos que buscaban disminuir las muertes de madres e hijos durante la gestación, el parto y nacimiento, sin embargo, la tecnocracia se impuso y el valor humano empático y trascendente de este momento vital se comenzó a diluir.
Entre el patriarcado y el miedo a la muerte, generaciones de mujeres han sufrido de espaldas, piernas arriba, vulvas abiertas y desnudas emocional, cognitiva y fÃsicamente a mercer de la buena voluntad de los equipos de salud.. Un movimiento de humanización o quizá primero de mamificación, se ha erguido hace más de 17 años en Chile, otros tantos más en el mundo.
Recordamos los relatos de VO, como signo de consciencia y resistencia, a la espera de la consagración de los Derechos Sexuales y Reproductivos en nuestro paÃs.
Desde el punto de vista legislativo, 8 años han pasado desde que el primer Proyecto de Ley sobre Parto Respetado ingresó al Congreso de nuestro paÃs, En un tercer intento, hoy estamos en el medio de la discusión de Ley Adriana, promete ser Ley y con ella acompañar a Ley Dominga y Ley Mila que fueron aprobadas el 2021. La primera de ellas sobre Muerte Gestacional y Aborto, la segunda sobre acompañamiento de niños, niñas y adolescentes en las atenciones de salud. Junto con Ley Adriana esperamos que se apruebe la Ley Integral contra la Violencia hacia la Mujer que se encuentra también en discusión en el Congreso. Con la esperanza intacta y los brazos arriba exigiendo reconocimiento, aún no tenemos ley.
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